La promesa de que un día tu hogar «entienda» el día duro que has enfrentado y que prepare el ambiente para recibirte de la mejor manera no es nueva, pero esa idea nunca había estado tan cerca de hacerse realidad en 2015, con el llamado boom del Internet de las cosas. Y es que este es el tema del momento en la mayor feria de electrónicos del mundo, el Consumer Electronics Show (CES) 2015, que termina este viernes, en la ciudad estadounidense de Las Vegas.
Por primera vez, la feria desplegó un espacio de más de 230 metros cuadrados dedicados exclusivamente a los sensores conectados a internet, que crean el insumo más básico del Internet de las cosas: la información. Otras áreas están dedicadas a hogares inteligentes, vehículos inteligentes y los «wearables» o dispositivos de vestir. El tema parece impregnar las conversaciones en la feria.
«Cuando conectamos los objetos que nos rodean, todo cambia», dice Rafael Steinhauser, vicepresidente senior de Qualcomm para América Latina, compañía que fabrica muchos chips que permiten la conexión entre los dispositivos que forman parte del Internet de las cosas, tales como smartphones, smartwatches y lámparas. «Todo es más inteligente, eficiente y controlable», agrega el ejecutivo.
Cómo funciona el Internet de las cosas
Sin embargo, para que una casa logre recibirte de esa manera, hace falta que los dispositivos electrónicos estén comunicados entre ellos usando internet o redes similares. El smartphone o smartwatch con GPS, por ejemplo, debe notificar a tu casa que dejaste el trabajo y, usando una base de datos con tus horarios, entienda que el día ha sido más largo de lo habitual.
Para que consigas abrir la puerta de tu casa con tu smartphone, la cerradura debe estar conectada a internet. Tu coche debe enviar la información de la temperatura ambiente en el interior del vehículo para que el sistema de aire acondicionado de tu hogar pueda reproducirla dentro de la casa. Si deseas que el sistema de sonido se maneje solo, tu smartwatch se encargará de transmitir esa información.
«Todos los objetos tienen que estar conectados», explica Steinhauser. «Qualcomm ha creado un protocolo único para facilitar esta conexión que ha sido adoptada por más de 100 empresas, siendo Sony la última de ellas», dice. El internet de las cosas es una realidad muy tangible, aunque aún restringida a algunos círculos.
Numerosas aplicaciones
En el sector de la salud, el internet de las cosas ya es una realidad. Hay cajas de pastillas que “saben” si tomaste el medicamento del día y que notifican a una central para advertirte de la urgencia de consumirlo, ya sea a través de un sistema de sonido en el ambiente en el que estés, un mensaje texto en tu teléfono, o incluso con un juego de luces en tu casa. También hay un medidor de presión y oximetría que, conectado a Internet, envía estos datos a un software que los manda a tu médico y hasta llama a una ambulancia si es necesario.
En el segmento de electrodomésticos, el Internet de las cosas también está muy avanzado. LG subrayó durante el CES 2015 que casi toda su nueva línea de electrodomésticos se puede controlar mediante órdenes dadas desde smartphones y smartwatches. La novedad es que ahora los comandos se pueden accionar de forma automática, sin que el dueño de la casa tenga que acordarse.
«El Internet de las cosas tiene el potencial de transformar nuestra sociedad, la economía y la forma como vivimos nuestras vidas», resumió BK Yoon, presidente y CEO de Samsung Electronics, durante el discurso de apertura del CES 2015. Tal es el poder del Internet de las cosas que hasta feroces competidores como LG y Samsung – ambas empresas utilizan los chips de Qualcomm – coinciden en muchos aspectos sobre el tema y conocen la importancia de asegurarse un sitio en ese multimillonario mercado.
¿Y la privacidad?
En medio de una oleada de invasiones maliciosas, no son pocas las personas que han mostrado preocupación por la protección de su información personal que se va a mover a través de la red cuando el Internet de las cosas se vuelva popular. La hora que sales del trabajo, los códigos para abrir la puerta de tu casa, la marca de tu cerveza favorita y hasta cuántas botellas has tomado en un día: todo estará encriptado y disponible en la web. Un estudio de Pew research Center, llamado “La vida digital en 2025”, saca a la luz algunos problemas que podrían surgir con esa nueva tendencia.
«Va a ser una carrera entre los que tienen buenas intenciones (para utilizar la información generada por el Internet de las cosas) y los que tienen malas intenciones», dijo Maurice Vergeer, investigador en comunicación de la Universidad de Radboud en Holanda. «Nuestras vidas son cada día más informatizadas y la información se vuelve más y más disponible para una amplia gama de gobiernos y empresas (…) Encontrar nuevas formas de aprovechar esta información para controlar el comportamiento del ciudadano y el consumidor será su objetivo «, reconoció una fuente anónima en el estudio.
Se estima que, en el 2015, 25 mil millones de dispositivos estarán conectados a Internet, según cifras de CESWEB.org. El movimiento hacia la adopción generalizada del Internet de las cosas ya parece imposible de detener. Si eso es bueno o malo, el tiempo lo dirá.